Cada 22 de abril se celebra el «Día Mundial de la Madre Tierra», una fecha que para este año encuentra a República Dominicana con pocos logros por celebrar y muchos desafíos de los que ocuparse.
Para empezar, estamos atravesando por una de las etapas más intensas en cuanto a los efectos de la sequía, las plagas y los incendios forestales; lo cual está incidiendo de forma catastrófica en los bosques naturales de la isla y por tanto en la provisión de habitats adecuados y la producción de agua.
La situación más urgente y dramática viene dada por los fuegos forestales, los cuales han consumido varios kilómetros de bosques naturales que al día de hoy siguen ardiendo en parques nacionales como la Sierra de Bahoruco y Armando Bermúdez, en tanto que otras Areas Protegidas como Valle Nuevo, Los Haitises, Laguna Mallén, Parque Nacional Manolo Tavares y Laguna Bávaro han sufrido la furia de las llamas últimamente.
No menos grave es el tema de la sequía que por varios meses ha puesto contra la pared a sectores como la agropecuaria y la ganadería, además de disparar las alertas en los organismos responsables de la provisión de agua para consumo humano.
Pero eso no es todo: también se atribuye a la sequía el incremento de las plagas que diezman los bosques, en especial el denominado «barrenador del pino» (Ips Calligraphus) que ya ha provocado el corte de más de 200,000 arboles de la cordillera central y su control total aún no se vislumbra en el corto plazo.
Para más de un analista, la situación se salió de control debido a la pasividad y tardanza en la toma de decisiones al momento en el que los técnicos alertaron sobre la amenaza latente, en junio de 2018.
Las mismas reservas muestran expertos que analizan el abordaje que se ha dado a los fuegos forestales, casi todos provocados y que ha llevado a los brigadistas a jornadas intensas y extensas a lo largo y ancho del país sin que se hayan verificado consecuencias contra los que han cometido este crimen contra la naturaleza.
En varios casos, como el de Sierra de Bahoruco, se ha cuestionado la capacidad de los encargados de cuidar esa Area Protegida, visto que en apenas 15 días varios focos han consumido más de 3 kilómetros de bosques de pinos, dos de estos han sido «contiguos» en la zona núcleo y que darían la impresión de que ha sido un descuido de los responsables de monitorearlo.
EL Gobierno Dominicano ha promovido por todo lo alto la gran inversión realizada en los proyectos Agroforestales de la Presidencia, esfuerzo que involucra miles de millones de pesos y que pretende ser el proyecto de reforestación más ambicioso de la historía republicana, sin embargo para muchos activistas del sector ambiental de poco sirven este tipo de iniciativas si en cambio se tolera y propicia un gran descuido en el Sistema Nacional de Areas Protegidas.
Para los consultados, constituye una ofensa, un abuso y una barbarie que se reconozca el uso para fines agrícolas de Areas Protegidas vitales como Valle Nuevo, Los Haitises y Bahoruco y sin embargo los esfuerzos por impedir esta histórica práctica se encuentre hoy en su peor momento en décadas.
«Nada que celebrar pero si muchos frentes que atender, no sólo por las situaciones normales y habituales que amenazan nuestra casa común, sino porque hoy como pocas veces antes los infractores han encontrado en la autoridad competente su principal aliado para seguir violando las leyes y drenando nuestros recursos naturales» concluyen los ambientalistas.
En el día Mundial de la Madre Tierra, los habitantes de Quisqueya tienen la esperanza de que el Presidente Danilo Medina demuestre con acciones que realmente está comprometido los ODS, muchos de los cuales se ven amenazados constantemente por las actitudes de algunos de sus funcionarios y ministros.
Fundación Acción Verde, Inc.