Las amenazas dentro del Parque Nacional Juan Bautista Pérez Rancier (Valle Nuevo) no cesan.
Las autoridades de Medio Ambiente confirmaron el apresamiento el pasado domingo de un hombre que dicen es empleado de Jardín Junar, propiedad del empresario Julio Sepúlveda, cuando junto a un grupo intentaba instalar tuberías de 6 pulgadas de diámetro en el nacimiento del Arroyo Aguas Blancas, dentro de esa área protegida, con fines de succionar agua para regar cultivos en la zona conocida como El Convento.
Julio César de los Santos, director del parque, dijo a Diario Libre que la persona, identificada como Roberto Díaz Castillo, había logrado instalar unos 800 metros de tuberías cuando fue detectado junto a una brigada de trabajadores compuesta de dominicanos y haitianos, que se dieron a la fuga al ver la presencia de los agentes del Servicio Nacional de Protección Ambiental (Senpa).
Ese no fue el único caso. A pocos metros de esa toma irregular de agua, los agentes encontraron y retiraron otra instalación de tubería que –estima De los Santos- llevaba unos tres meses en lugar, también con fines de regar plantaciones en el Convento a unos tres kilómetros desde el arroyo.
Aguas Blancas fue uno de los ríos de donde el Ministerio de Medio Ambiente, durante la gestión del pasado ministro Francisco Domínguez Brito, ordenó el desalojo de tuberías como parte del Plan de Rescate del Valle Nuevo, en 2016.
De los Santos informó que el caso del señor Díaz Castillo y Jardín Junar, se presentó a la Procuraduría Ambiental que le aplicó una sanción administrativa y acto de remediación, mientras que el otro caso se investiga para identificar a los responsables y someterlos a la Justicia.
Indicó que esta situación, más rumores de que otros productores de la zona están planificando penetrar al área protegida en busca del agua que ha escaseado en zonas más bajas, han tenido que redoblar la vigilancia en todo el parque, también amenazado por incendios forestales que, en su mayoría, son provocados.
Considera grave la situación
La Fundación Moscoso Puello, parte del Consejo de Administración del Parque Nacional, calificó de grave el secuestro del agua dentro de esa área protegida.
“Es grave que una fuente de agua como el Arroyo Aguas Blanca que alimenta el Salto (de Aguas Blancas) sea secuestrado para producir cultivos fuera del parque”, advierte Andrés Ferrer.
Señala que esas acciones cambian la estructura del sistema acuático y desvían su curso para llevarlo a otro lugar, en una zona que es conocida como Madre las Aguas porque alberga el nacimiento de los principales ríos que suplen el líquido a gran parte del país.
Ferrer también critica que se use esa agua para actividades comerciales como es el cultivo de flores que, a su juicio, es uno de los más dañinos para el medio ambiente debido a la gran cantidad de productos químicos que conlleva.
Ferrer cuestiona que Jardín Junar siga extrayendo flores dentro del en plantaciones que quedaron pendientes desde que se ejecutó al Plan de Rescate.