La pérdida de biodiversidad es un «asesino silencioso» que no es tan visible como el cambio climático, pero que con el tiempo puede afectar a la vida del ser humano de una manera «más dramática» y posiblemente ya sea «demasiado tarde para revertir el proceso».
De esta manera lo ha explicado en una entrevista a EFEverde la secretaria ejecutiva del Convenio de la Diversidad Biológica (CBD) de la ONU, Cristiana Pasça Palmer, en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP14), que se celebra en la localidad egipcia de Sharm al Sheij, a orillas del mar Rojo.
“La pérdida de biodiversidad no tiene un impacto tan visible como el cambio climático (…) Pero eso no significa que no lo tenga. Lo suelo llamar el ‘asesino silencioso‘”, afirmó la secretaria del principal tratado global sobre biodiversidad, que entró en vigor en diciembre de 1993.
Las personas, “de una manera correcta o no”, asocian todo lo que ocurre en el planeta al cambio climático, una cuestión que se debe, según ella, a “que no se ha informado demasiado sobre el papel de la biodiversidad” como protección y “una de las mejores vías para tratar los problemas del cambio climático“.
En la COP14, que termina mañana, se discute “el proceso para desarrollar la política global sobre biodiversidad” en la década posterior a la implementación del Plan Estratégico 2011-2020 del CBD.
Alcanzar las metas de Aichi
Ese plan incluye las 20 metas de Aichi, que deberían alcanzarse “a más tardar” en 2020, y por ello, Palmer subrayó que “en estos dos años habrá un intenso diálogo, discusiones, consultas y negociaciones para preparar este nuevo acuerdo”.
Palmer consideró que se ha hecho “un buen progreso” en varias metas de Aichi, “especialmente y muy importante, en la número 11”, que dice que al menos el 17 % de las zonas terrestres y de aguas interiores y el 10 % de las zonas marinas y costeras se habrán conservado por medio de sistemas de áreas protegidas.
A pesar de considerar que “ha sido un buen ejercicio en diez años, que no es mucho tiempo”, Pesça admitió que ha habido “menos progreso en algunas metas”, sin especificar cuáles.
Incertidumbre con la posición de Bolsonaro
De hecho, en estos momentos los ojos están puestos en la futura política medioambiental de Brasil, uno de los países más ricos en biodiversidad del mundo, una vez que sea investido presidente el líder ultraderechista Jair Bolsonaro el próximo 1 de enero.
Bolsonaro amagó durante la campaña electoral con salir del Acuerdo de París del Cambio Climático, pero luego dio marcha atrás y negó que Brasil fuera a abandonar el pacto que, en su opinión, pone en peligro la soberanía nacional.
“No voy a comentar en este momento sobre cuál será la posición hasta que no esté en el poder. Tenemos que esperar primero a ver exactamente qué hará”, aseguró la secretaria, quien califica a Brasil de “defensor” de la biodiversidad “por todos los esfuerzos” realizados hasta ahora.
La deforestación en la Amazonía brasileña registró un aumento del 13,7 % entre agosto de 2017 y julio de 2018, período en el que perdió un área de 7.900 kilómetros cuadrados, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, que usa imágenes por satélite para supervisar la cobertura de la selva.
Pese a estos datos, que Palmer dijo no conocer, aseguró que está esperanzada porque hay más conciencia sobre la biodiversidad.
El ecoturismo
La secretaria subrayó que también se está apostando por construir negocios alrededor de este tema, el llamado ecoturismo.
“El ecoturismo es una de las industrias que más rápido ha crecido en el mundo. Si se pierde la biodiversidad, pierdes el negocio, así de simple“, concluye.
Isaac J. Martín
EFEverde