El Gobierno de Canarias ha anunciado hoy que está dispuesto a impulsar en el sureste de Gran Canaria el mayor campo eólico flotante del mundo, un parque de 200 mega-vatios destinados a generación y otros 100 reservados para ensayo de nuevas tecnologías que podría entrar en servicio en 2025.
“Estamos hablando en serio. Esto no es un sueño. Es real. Empieza a ser tangible. Ya tenemos, de hecho, el primer aerogenerador marino de España instalado en nuestras costas y aspiramos a ser referencia mundial en eólica flotante”, ha señalado el consejero canario de Industria, Pedro Ortega, al presentar esta propuesta junto con la coordinadora del equipo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) que ha valorado su impacto económico, Julieta Schallenberg.
Ortega ha hecho este anuncio ante un auditorio en el que se encontraban representes de Equinor, la antigua sociedad estatal de petróleo de Noruega (Statoil), propietaria del único campo eólico flotante marino existente en estos momentos, el Hywind de Escocia (30 Mw) y una de las empresas que ya ha
manifestado al Gobierno canario su interés por optar a gestionar el parque de Gran Canaria.
El Gobierno canario ya tiene el emplazamiento elegido: a unos seis kilómetros de la costa de Juan Grande, en el sureste de la isla, donde cada verano se celebra el campeonato mundial de windsurf en olas, precisamente por sus privilegiadas condiciones de viento.
Canarias cuenta en estos momentos con 390 mega-vatios de potencia eólica instalada (el doble que hace tres años), a los que prevé sumar en los próximos siete años (hasta 2025) casi 1.000 más: 635 en tierra Mw y 310 Mw en el mar (los del campo de Gran Canaria).
El futuro está en el mar
La profesora Schallenberg, miembro del Comité Asesor de la Comisión Europea en materia de Energía, ha subrayado que este despliegue de energías renovables se hace sobre un territorio escaso (limitado por la condición de islas) y protegido en un 40 % de los casos, por lo que los emplazamientos en tierra comienzan a escasear y los disponibles generan impactos de diferente tipo.
“El futuro está en el mar”, ha señalado esta experta, que considera estratégico para Canarias (y para España en su conjunto) que se apueste por liderar la tecnología de los aerogeneradores flotantes, ya que se calcula que el 80 % de los recursos eólicos disponibles están en zonas con profundidades superiores a 50 metros, donde es inviable apoyar las torres eólicas en el lecho marino.
En cinco años
El estudio de su equipo sostiene que un parque como el que plantea el Gobierno canario se puede proyectar, fabricar e instalar en cinco años (2020-2025), tendría dos décadas de vida útil (2025-2045) y se desmontaría después en tres años (2045-2048).
Una instalación de ese tipo tendría una repercusión de unos 950 millones de euros en el producto interior bruto (PIB) de España, concentrado en su mayor parte en Canarias.
Shallenberg ha subrayado que sus cifras son algo más que estimaciones teóricas, porque están basadas en los números del parque Hywind de Escocia, puesto en marcha hace un año y fabricado en su mayor parte (aunque pertenezca a una sociedad noruega) por empresas españolas, que ya son líderes en estas tecnologías.
En el caso de Gran Canaria, el emplazamiento se ha elegido por múltiples factores: por la batimetría de la zona, por el escaso impacto en el medio marino que tendría y por su proximidad a la central de bombeo Chira-Soria que va a construir Red Eléctrica en la misma isla, una instalación de 200 Mw llamada a ser clave para dar estabilidad al suministro de las renovables.