Le llaman el «pirata del Caribe» porque está diezmando la población de cientos de especies en las aguas de este mar. El pez león es uno de los desafíos medioambientales más complejos de los últimos años y los torneos de pesca se han convertido en una divertida solución para combatirlo.
“He pescado dos peces con un arpón hawaiano a una profundidad de 17 metros. Este mide cerca de 35 centímetros y pesa más de 730 gramos, creo que soy uno de los ganadores”, aseguró a EFE Andrés Moreno, un veinteañero amante del buceo que sujetaba orgulloso el ejemplar pescado.
Moreno es asiduo a este tipo de competiciones de aficionados y fue uno de los participantes en un pequeño torneo organizado por varias instituciones públicas y privadas, celebrado el domingo en la población caribeña de Portobelo, 90 kilómetros al norte de la capital panameña.
Especie invasora
El pez león, cuyo nombre científico es “Pterois antennata”, es una especie invasora originaria del océano Índico tropical y el Pacífico occidental, que llegó a las costas de Florida (EE.UU.) a mediados de la década de 1980 y que desde entonces está causando estragos en los ecosistemas marinos del Atlántico, especialmente en el Caribe.
No se sabe a ciencia cierta cómo llegó a este lado del mundo. Se especula que vino en las aguas de lastre de un buque, pero también hay teorías que dicen que varios ejemplares fueron liberados de un acuario estadounidense. El caso es que tiene un hambre voraz y se come todos los crustáceos y pequeños peces que encuentra a su paso.
“Hay que buscar ideas atractivas y dinámicas para controlar su crecimiento. Eliminarlo va a ser imposible, desgraciadamente llegó para quedarse”, afirmó a EFE Raúl de León, oficial de buceo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), una de las entidades organizadoras del torneo.
Pez león en Panamá
En Panamá el primer ejemplar de pez león se identificó en 2008 en la provincia de Bocas del Toro, pero su población ha crecido de forma alarmante porque tiene una capacidad de reproducción asombrosa y no tiene depredador conocido en el Atlántico. Se cree que una hembra de pez león puede poner hasta 2 millones de huevos al año.
La administradora de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), Zuleika Pinzón, alertó que la presencia del pez león en aguas caribeñas no solo tiene un impacto negativo en la biodiversidad marina, sino que también compromete la seguridad alimentaria y afecta a la economía de los pescadores artesanales.
“Es un depredador de muchas de las especies comerciales que se pescan en nuestro Caribe. Hemos encontrado en los estómagos de los ejemplares capturados estadios juveniles de langosta, camarones y crías y huevos de corvina, pargo y mero. Nuestros pescadores se están resintiendo”, apuntó Pinzón en declaraciones a EFE.
Torneos de pesca
Los torneos, en los que se premia a los pescadores que se han hecho con el ejemplar más grande y con el más pequeño buceando o bien en apnea, comenzaron a celebrarse hace cinco años en Panamá y desde entonces se han capturado más de 5.600 especímenes, según la institución gubernamental.
Es un pez de una belleza extraordinaria, con escamas leonadas y vistosas espinas de color rojo en donde se encuentra un peligroso veneno. Su carne, de una textura y un sabor exquisitos, es muy codiciada en países asiáticos.
“Hay que tener cuidado al pescarlo, nosotros lo metemos en bolsas herméticas y especializadas. Para comerlo simplemente hay que cortarle todas las espinas porque el veneno no entra en el sistema sanguíneo”, explicó Candy Real, otra de las participantes en el torneo.
La ARAP celebra periódicamente jornadas de formación en las comunidades pesqueras para enseñarle a la población cómo manipular estos peces y convencerles de que es un buen producto gastronómico. También trabajan con restaurantes para que estos empiecen a incluirlos en sus menús.
“Hacemos lo que podemos porque es un grave problema ambiental. Aún no hay una estrategia definida a nivel regional y no es una situación que podamos abordar cada país de manera individual, se necesitan esfuerzos conjuntos”, admitió la funcionaria.
María M. Mur
EFEverde