PARÍS. El porcentaje de emisiones de dióxido de carbono (CO2) gravadas con un nivel de impuestos que compense el daño climático que producen se limita al 12 %, indicó ayer la OCDE en sus previsiones para 2018.
El informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre las tasas efectivas del carbono apunta que es el mismo porcentaje que el registrado en 2015.
Los daños climáticos resultantes de la emisión de una tonelada de dióxido de carbono (CO2) pueden estimarse, de forma muy conservadora, en 30 euros.
Según sus cálculos, el 13 % de las emisiones están sujetas a una tasa inferior a 5 euros, el 29 % entre 5 y 30 euros por tonelada, y solo un 12 % supera ese nivel mínimo.
El documento analizó la situación en 42 países de la OCDE y del G20, que representan en total un 80 % del consumo energético mundial y de las emisiones de CO2.
La organización añadió que el 46 % de las emisiones ni siquiera tiene fijado un precio, una medida que a su juicio es un medio eficaz y de bajo coste para provocar su reducción, aunque no baste para lograr la disminución necesaria para limitar los riesgos del cambio climático.
Las tasas efectivas sobre el carbono difieren mucho según los sectores.
En el del transporte por carretera, que supone el 16 % del total de emisiones, el 97 % de las mismas tiene fijado un precio, que para el 57 % supera los 30 euros.
En el eléctrico, dos tercios de las emisiones cuentan con una tasa sobre el carbón positiva, mientras que en 2015 solo era un tercio, mientras que en el industrial, solo un 2 % tienen fijado un precio superior a los 30 euros.
En el sector comercial y residencial, un 78 % de las emisiones no están gravadas, y solo un 6 % de las que sí supera ese mínimo de 30 euros.
El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, destacó que la diferencia actual entre los precios fijados y el coste de las emisiones para nuestro planeta “es inaceptable”.
El informe toma como indicador la llamada “brecha del precio del carbono”, que refleja en qué medida las tasas efectivas sobre el carbono se sitúan por debajo de ese mínimo de 30 euros.
En 2018, esa brecha fue del 76,5 %, un porcentaje menor que el del 83 % en 2012 y que el del 79,5 % anotado en 2015. Si se fijara a todas las emisiones ese precio mínimo de 30 euros, la brecha sería cero, y del 100 % si ninguna tuviera atribuido un precio.
Al ritmo actual de descenso, sería necesario esperar hasta 2095 para cerrar esa brecha, añadió la OCDE, que concluyó que los impuestos actuales son demasiado bajos como para tener un impacto significativo contra el calentamiento.
EFE / Diario Libre