REDACCIÓN INTERNACIONAL.-Científicos han encontrado una forma rápida de producir magnesita, un mineral que almacena dióxido de carbono. Si esto se puede desarrollar a escala industrial, abre la puerta a la eliminación de CO2 de la atmósfera para el almacenamiento a largo plazo, contrarrestando así el efecto de calentamiento global del CO2 atmosférico. El trabajo se presentó en la conferencia Goldschmidt, celebrada en Boston, Estados Unidos.
Si bien los científicos ya están trabajando para frenar el calentamiento global al eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, existen límites prácticos y económicos serios para el desarrollo de la tecnología.
Pero ahora, por primera vez, los investigadores explicaron cómo se forma la magnesita a baja temperatura, y ofrecieron una vía para acelerar drásticamente su cristalización.
Una tonelada de magnesita natural puede eliminar alrededor de media tonelada de CO2 de la atmósfera, pero la velocidad de formación es muy lenta.
“Nuestro trabajo muestra dos cosas. En primer lugar, hemos explicado cómo y cuán rápido se forma la magnesita de forma natural. Este es un proceso que lleva de cientos a miles de años en la naturaleza en la superficie de la Tierra”, dijo el profesor Ian Power, de la Trent University, Ontario, Canadá.
“Lo segundo que hemos hecho es demostrar un camino que acelera este proceso sensacionalmente”.
Los investigadores pudieron demostrar que, al usar microesferas de poliestireno como catalizador, la magnesita se formaría en 72 días. Las microesferas mismas no se modifican por el proceso de producción, por lo que idealmente se pueden reutilizar.
“El uso de microesferas significa que pudimos acelerar la formación de magnesita en grandes cantidades. Este proceso tiene lugar a temperatura ambiente, lo que significa que la producción de magnesita es extremadamente eficiente en el consumo de energía”, comentó el profesor Power.
“Por ahora, reconocemos que estamos en un proceso experimental, y tendrá que ampliarse antes de que podamos estar seguros de que la magnesita se puede utilizar en el secuestro de carbono (tomando CO2 de la atmósfera y almacenándolo permanentemente como magnesita). Esto depende de algunas variables, incluido el precio del carbono y el refinamiento de la tecnología de secuestro, pero ahora sabemos que la ciencia lo hace posible”.
Al hacer su comentario, el profesor Peter Kelemen, del Observatorio Terrestre Lamont Doherty de la Universidad de Columbia (Nueva York) dijo: “Es realmente emocionante que este grupo haya elaborado el mecanismo de cristalización natural de la magnesita a bajas temperaturas, como se ha observado previamente, pero no explicado, en la intemperie de rocas ultramáficas1.
“El potencial para acelerar el proceso también es importante, lo cual ofrece potencialmente una ruta benigna y relativamente barata para el almacenamiento de carbono, y quizás incluso la eliminación directa de CO2 del aire”, dijo.
Acento