Santo Domingo (EFE).– El presidente de la Sociedad Dominicana de Sismología e Ingeniería Sísmica (Sodosísmica), Leonardo Reyes Madera, advirtió de la vulnerabilidad del país ante un eventual terremoto, debido a “la fragilidad” que presentan muchas edificaciones de uso público, como escuelas y hospitales.
La isla La Española, que comparten Haití y la República Dominicana, podría sufrir en cualquier momento un terremoto de magnitud 7 o superior en la escala Richter que, eventualmente, generaría un tsunami que llegaría a las costas del sur con olas de entre 7 y 9 metros.
Reyes Madera expuso estas consideraciones con motivo de la visita de una delegación de prensa internacional desplazada a la República Dominicana por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (Echo, por sus siglas en inglés), para mostrar diversos proyectos de Reducción del Riesgo ante Desastres en diferentes aspectos de socorro y prevención.
Según explicó Reyes Madera en declaraciones a EFE, existe un sistema de 14 fallas geológicas activas que atraviesan casi todo el territorio firme y algunas zonas marinas próximas a la isla La Española.
Sin embargo, son dos las fallas principales las que podrían generar importantes sismos, la Enriquillo, que se extiende a través de la parte sur de La Española sobre el mar Caribe; y la falla Septentrional Oriente, que discurre a lo largo del lado norte de la isla.
El experto advirtió de la vulnerabilidad de la República Dominicana ante este tipo de eventos “impredecibles”, debido a “la fragilidad de edificaciones de uso público”, según demuestra el Índice de Seguridad Hospitalaria aplicado a 84 de los 184 hospitales públicos del país.
“Se trata de establecer mecanismos o iniciativas, así como coordinación institucional que permitan al país prepararse para los peores impactos que generarán futuros desastres naturales”, explicó a Efe el responsable de comunicación de Echo para Latinoamérica y Caribe, Hilaire Avril
De esos centros, el 70 % no cumple con los requisitos para asignarles la calificación de “Hospital Seguro”, un dato conocido desde hace “varios años”, por lo que es importante que el Gobierno ponga atención en mejorar la situación de los centros sanitarios del país para evitar una “mortalidad exponencial. Aún estamos a tiempo”, señaló.
En ese sentido, Reyes Madera explicó que no se trata necesariamente de problemas estructurales, sino que, fundamentalmente, las deficiencias vendrían de aspectos no estructurales y de la funcionalidad del servicio para atender a los pacientes, por ejemplo por falta de suministro eléctrico, de agua, o fallos de logística en general.
Existen tres tipos de calificaciones, A, B y C, en función de la situación del establecimiento sanitario.
Ya hay 52 hospitales en proceso de remodelación para mejorar sus calificaciones, dándole prioridad a la intervención de aquellos centros que presentan problemas funcionales, ya que con poca inversión mejorarían su estatus para atender a la población ante un evento sísmico que, a diferencia de los huracanes, no dejan margen de maniobra para la preparación ante la catástrofe.
Reyes Madera es uno de los expertos que, junto a responsables del sistema sanitario y representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), está atendiendo a la prensa en esta visita para explicar las medidas que adopta el país en materia de reducción de riesgos ante catástrofes.
La Echo tiene como misión trasladar a las autoridades competentes la necesidad de prevenir los impactos de estos sucesos mediante la implantación de proyectos de Reducción del Riesgo de Desastres (Dipecho).
“Se trata de establecer mecanismos o iniciativas, así como coordinación institucional que permitan al país prepararse para los peores impactos que generarán futuros desastres naturales”, explicó a Efe el responsable de comunicación de Echo para Latinoamérica y Caribe, Hilaire Avril.
Creada en 1992, Echo trabaja en más de 80 países, asistiendo a 120 millones de personas de promedio cada año, y cuenta con 150 expertos desplegados alrededor del mundo que evalúan las necesidades humanitarias y monitorean proyectos en materia de reducción del impacto ante desastres naturales.
EFE / Acento