MÉXICO. México dio pasos importantes en 2017 en el sector ambiental al aprobar la controvertida ley de biodiversidad, aunque se omitieron aspectos importantes como la protección de especies, recursos genéticos, áreas naturales protegidas e inclusión de los pueblos indígenas.
Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), la Ley General de Biodiversidad (LGB), aprobada el pasado 15 de diciembre por el Senado, incluye una serie de ambigüedades que podrían poner en riesgo la conservación del patrimonio natural y cultural de México.
La LGB tiene el objetivo de integrar en un sólo instrumento las diversas leyes que regulan la biodiversidad y garantizar el derecho a la consulta previa libre e informada de las comunidades indígenas para el manejo de los recursos naturales.
El Cemda señala que la LGB “desconoce los territorios ancestrales de los pueblos originarios, así como su cosmovisión-manejo del territorio que implica una serie de valores, como son el respeto, la reciprocidad y la solidaridad, respecto del uso de la biodiversidad”.
Advierte que la ley propone medidas con posible afectación en el patrimonio natural y cultural, y subraya la necesidad de garantizar por parte del Estado mexicano del derecho de los pueblos indígenas y campesinos en la consulta y participación para la toma de decisiones.
Por otro lado, la iniciativa no contempla la Ley de Variedades Vegetales ni la Ley de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados que involucran la protección de recursos biológicos.
La LGB hace más flexible el régimen de protección de las Áreas Naturales Protegidas con la posibilidad de permitir otras actividades además las sólo aprobadas: investigación, recreación y educación ambiental.
Sobre la protección de especies, la propuesta de ley omite la prohibición del aprovechamiento de tortugas marinas y hace más permisible el manejo de loros, pericos y guacamayas, esto implica un riesgo para dichas especies.
En su análisis, el Cemda sugiere abrir la discusión de la iniciativa para mejorar el texto y efectivamente conseguir la conservación, el uso y aprovechamiento sustentable de la biodiversidad.
Con 88 votos a favor, 4 en contra y 5 abstenciones la Ley General de Biodiversidad aprobada está ahora en manos de la Cámara de Diputados para su ratificación.
Otros hechos relevantes en el sector ambiental en este 2017 fueron la creación del programa para la conservación, protección y recuperación de la vaquita marina en el Alto Golfo de California y el anuncio del decreto presidencial que convierte el Archipiélago de Revillagigedo en Parque Nacional.
Julia Carabias ganó la medalla Belisario Domínguez, el máximo reconocimiento que otorga el gobierno mexicano, por sus aportaciones a la ciencia y el cuidado del ambiente.
Otro reconocimiento lo recibió el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático por sus acciones propuestas durante la Cumbre de Cambio Climático (COP23) en Bonn, Alemania.
La Procuraduría Federal de Protección Ambiental y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad celebraron 25 años de trabajo dedicados al conocimiento y protección de la naturaleza.
Y se cumplieron 100 años de las Áreas Naturales Protegidas, un esquema de conservación que protege más de 90 millones de hectáreas, casi la mitad del territorio nacional.
México es uno de los cinco países en el mundo que cuentan con la mayor diversidad natural y cultural en el mundo, lo que conlleva una gran responsabilidad en conocimiento, cuidado y aprovechamiento de su naturaleza y una legislación acorde para su conservación.
Diario Libre