Constitución Chapucera

Estimados lectores,

Las tristemente ciertas novedades surgidas de la augusta sala de la Asamblea
Revisora de la Constitución el miércoles 30 de septiembre son más que un
motivo de precocupación, decepción e involución de las aspiraciones
legítimas de gran parte de la sociedad dominicana que apostaba a que la tan
anunciada reforma estructural y participativa de la carta magna de la nación
no se convirtiera en una especie de mamotreto amorfo y el fruto de las
componendas de los estadios de poder con las concepciones más rancias y
retrógradas.

Duele, lacera, indigna, que tras varios años de discusiones, decenas de
consultas y miles de horas de trabajo en las que cientos de hombres y
mujeres entregaran sus esfuerzos en intención de dotar a nuestro país de un
instrumento que sirviere realmente de base para el desarrollo sostenible y
la preservación de los valores y el patrimonio natural para el presente y la
posteridad, ahora resulta que la chapuza se alza con su presea y los
Asambleistas sepulten las convicciones que motivaron su respaldo a los
artículos sobre medio ambiente aprobados en primera lectura y finalmente con
140 votos a favor y 25 en contra se priorice las líneas acordadas en
turbias componendas.

Cual es el mensaje?
Cual es la intención?
Será que acaso la mayoría de nuestros políticos están tan seguros de que
tenemos un pueblo borrego e indiferente que no reaccionará a cualesquiera de
sus entuertos y los instintos de autodestrucción?

Es que son tan miopes? Será que no se dan cuenta que aprobando artículos
como el que establece que «Los ríos, lagos, lagunas, playas y costas
nacionales pertenecen al dominio público y son de libre acceso, observándose
siempre el derecho a la propiedad privada» estan abriendo una brecha hacía
una enajenación sin precedentes y de efectos devastadores para la soberanía
de la misma nación a la que juraron servir y defender?

Por si fuera poco, se rumora que lo peor está por venir, puesto que de los
demás artículos sobre medio ambiente ya refrendados previamente serán
reducidos de forma pusalánime y mostrenca, razón de más para que los grupos
ecologicos, ambientalistas y la parte de la sociedad domininicana a los que
todavía le importe su destino, les hagamos saber a los Honorables
Asambleistas que más allá de su temor a que desobedecer las líneas de la
cúpula de sus partidos los llevaría ser «excluido del rebaño de los
relegidos» deberian estar los principios y valores que se supone motivaron
los cimientos de nuestra nacionalidad; deberían recordar también que aunque
no se lo crean son escogidos por nuestros votos para representar los
intereses de la mayoría, de la generalidad de los dominicanos y no para
servir sin el menor escrúpulo a los traficantes de futuro.

Ya esta bueno señores legisladores, respétense y háganse respetar, piensen
un poco, sino en el pueblo al que se deben, en sus hijos y los hijos de sus
hijos, no permitan que se reparta el patrimonio de todos como si fuera una
piñata.

Nelson Bautista
Accionverde.com
Coordinador