PANAMÁ. Especies de coral que habitan en el Caribe sobrevivieron a un “dramático” cambio climático ocurrido hace unos dos millones de años e incluso se robustecieron, lo que indica que podrían tener mejores condiciones de adaptación frente a futuros eventos de ese tipo, según los hallazgos de un estudio científico revelados ayer.
Se trata de los corales del género Orbicella, que lograron sobrevivir a un período en el que se extinguió la mitad de las especies de coral del Caribe, hace entre 1 y 2 millones de años, de acuerdo a una investigación del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI), con sede en Panamá.
Los científicos que trabajan en el STRI piensan que este grupo de corales sobrevivientes del género Orbicella “seguirán adaptándose a los cambios climáticos futuros debido a su alta diversidad genética”, indicó una publicación del Instituto.
El autor principal del estudio, Carlos Prada, explicó que descubrieron “que incluso un pequeño número de individuos en tres especies diferentes del género Orbicella, que construye arrecifes de coral, tiene bastante variación genética, y por lo tanto, es probable que se adapte a grandes cambios en su entorno”.
“Tener muchas variantes genéticas es como comprar muchos billetes de lotería”, añadió Prada, quien junto a un equipo desarrolla el estudio en la estación de investigación del Smithsonian en Bocas del Toro, provincia ubicada en el Caribe panameño, y también en los Laboratorios Moleculares y Marinos de Naos, en la capital.
El equipo de investigadores, procedentes de varias universidades e institutos además del STRI, colectó fósiles de antiguos arrecifes de coral y usaron métodos de datación geológica de alta resolución para determinar sus edades.
Los científicos compararon el número de especies de corales fosilizados en distintos momentos y observaron que uno de los grupos mejor representados en las colecciones fósiles fue las especies del género Orbicella.
Dependiendo de la variación genética en ciertos intervalos a través del genoma, los autores fueron capaces de recuperar el tamaño de la población de cada especie en diferentes momentos en el pasado.
Así, de 2 a 1,5 millones de años atrás, cuando los glaciares descendieron hasta cubrir gran parte del hemisferio norte y la temperatura de la superficie del mar descendió, el número de especies de coral en el Caribe se fue en picada. El nivel del mar disminuyó, eliminando gran parte del hábitat superficial y cercano a la costa, explicó el STRI.
Pero la Orbicella fue capaz de recuperarse después de un cuello de botella genético, como los científicos llaman al hecho de que los números de una especie disminuyan durante un evento de extinción y pierden cada vez más variación genética.
“Tenemos esperanza en nuestros resultados, ya que las especies de Orbicella sobrevivieron a un dramático evento de variación ambiental. Es probable que sobrevivir en esos tiempos difíciles hizo que estas poblaciones de corales se volvieran más robustas y sean capaces de persistir en el futuro cambio climático”, indicó Prada.
Por Agencia EFE