PARIS (AP) — Unos 180 países ya presentaron planes para reducir las emisiones contaminantes. Se trata de un paso importante en la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático que se realiza en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre, pero todavía quedan algunos puntos difíciles por resolver antes de que pueda adoptarse un nuevo pacto climático.
Aquí los más importantes:
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LA DIVISIÓN
El tratado climático anterior, el Protocolo de Kioto de 1997, dividió el mundo en países desarrollados y en desarrollo y sólo pedía que los primeros redujeran sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros países desarrollados dicen que esta vez todos los países deben cooperar ya que de cualquier forma la clasificación de países está desactualizada, porque naciones como Catar, el país más rico del mundo per cápita, está clasificado como en desarrollo.
Aunque en la práctica casi todos los países están ya en una nueva era presentando sus propias promesas de emisiones, India y muchos otros quieren que el acuerdo de París establezca claramente que los países desarrollados tienen una responsabilidad mayor para combatir el calentamiento global.
Se esperan importantes debates en este tema en París y podría ser el último en resolverse.
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FINANCIAMIENTO Y TECNOLOGÍA
Incluso si un acuerdo requiriera que todos los países reduzcan sus emisiones, muchos no podrían hacerlo sin ayuda.
Los países en desarrollo necesitan dinero y tecnología para hacer el cambio a fuentes de energía limpia como la energía solar y eólica. También están pidiendo dinero para adaptarse al cambio climático, el cual continuará durante décadas aunque las emisiones se frenen hoy.
Los países desarrollados están dispuestos a ayudar, pero están reacios a asumir compromisos firmes. También quieren ampliar el grupo de donantes a los países en desarrollo más avanzados, como China.
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ESTADOS UNIDOS, EL OBSTÁCULO
Al llegar a París, muchos países, incluyendo la Unión Europea, insisten en querer un acuerdo legalmente vinculante.
Estados Unidos tiene un problema con eso porque hay pocas probabilidades de que el Congreso, donde los republicanos son mayoría, apruebe un tratado internacional que imponga límites a las emisiones.
Los negociadores tratan de encontrar una solución que incluya partes obligatorias y otras no, como en el caso de las metas de emisiones. Esto podría permitir que el presidente Barack Obama apruebe el acuerdo sin tener que ir al Congreso.