ROMA, Italia (EFE).- La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reclamó este miércoles a los países que renueven las leyes y el etiquetado de los pesticidas cuando se cumplen 30 años del Código internacional de conducta para la distribución y utilización de estos productos.
El jefe de Agricultura y Protección del Consumidor de esa agencia, Ren Wang, dijo en una nota que, a pesar de los avances “significativos” de las últimas décadas, “muchas normas nacionales para el manejo de plaguicidas necesitan ser mejoradas para hacer frente a los desafíos actuales”.
Wang destacó la necesidad de proteger eficazmente a las personas y el medio ambiente ahora que se tiene más información sobre las consecuencias a largo plazo de los pesticidas, cuya mala gestión puede también tener efectos negativos sobre el comercio agrícola.
La FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han publicado directrices actualizadas sobre la legislación y el etiquetado de estos productos teniendo en cuenta los cambios en el mercado.
Las etiquetas explican cómo usar los plaguicidas de forma correcta y lícita, describen los peligros potenciales y las medidas cautelares, al tiempo que dan instrucciones sobre cómo responder a intoxicaciones o vertidos.
El Código internacional de conducta para la distribución y utilización de plaguicidas de 1985 -varias veces actualizado- se puso en marcha para ayudar a imponer un orden en un momento en el que muchos países aún no tenían leyes para controlar esos productos y existían serios problemas para la salud y el medio ambiente por su mal uso.
Wang destacó que “los que entonces pagaron el precio más alto fueron los millones de agricultores pobres sin acceso a la información, a la formación y a los medios adecuados para su protección”.
En la actualidad, casi todos los países cuentan con una legislación vigente sobre plaguicidas y los productos están en general mejor etiquetados.
Los pesticidas más tóxicos han sido retirados del mercado en muchos lugares y se han ido incorporando métodos alternativos e integrados para controlar las plagas y enfermedades con el fin de reducir la dependencia de esos químicos.
No obstante, según datos de la industria recogidos por la FAO, el tamaño del mercado mundial de plaguicidas se ha duplicado en los últimos quince años y actualmente supera los 50.000 millones de dólares anuales (unos 47.200 millones de euros) en ventas.