P. Profesor, a propósito del Día Mundial del Ambiente, profesores de la educación pública y privada enseñan a los estudiantes que es peligroso dormir con plantas en la casa y peor todavía, si se trata de habitaciones cerradas, ¿qué opinión le merece?
R. Falso de toda falsedad. Es un absurdo aseverar que resulta peligroso dormir con plantas, cuando en realidad es todo lo contrario. Lo ideal es dormir con plantas, tanto al aire libre como en ambientes herméticamente cerrados.
Las plantas y otros organismos (protofitas) que cubren las superficies de las aguas, en el interior de la tierra y en los mares u océanos; fueron los primeros en poblar el planeta y crear las condiciones para sostener la vida, al cambiar las condiciones de una atmósfera totalmente anóxida, por otra cargada de oxígeno, la cual garantiza la existencia de la biodiversidad terrícola.
Fue al abrigo de las plantas que aparecieron los animales y en medio de la selva, los seres humanos.
Entonces, si evolucionamos bajo un manto verde, sería un absurdo que ellas resulten hostiles a la vida animal o humana.
Hasta ahora no existe ni siquiera un solo caso documentado en la literatura científica universal sobre algún animal o ser humano que haya muerto o sufrido malestar alguno por dormir con plantas, ni en el campo, ni en ambientes totalmente cerrados.
Al contrario, las plantas constituyen las formas de vida complementarias de los animales, pues el intercambio de gases con el ambiente, son totalmente distintos; de modo y manera que los desechos unos, resultan el alimentos de los otros.
Las plantas liberan oxígeno durante la fase luminosa de la fotosíntesis y consumen CO2 durante la fase oscura (de día y de noche), mientras los animales hacemos exactamente lo contrario, consumimos oxígeno y liberamos CO2. Igual ocurre con la glucosa, el producto final de la fotosíntesis y el primero consumido por los animales.
La glucosa es el combustible de la vida, el azúcar que tenemos en la sangre. Por eso es que la naturaleza jamás produce desperdicios y en su seno, todo es útil, pues el desecho de las plantas es el alimento de los animales y el desecho de los animales es el alimento de las plantas.
Lo ideal es dormir con plantas, lo peligroso, hacerlo con animales. Pero lo más grave del caso, es que en la escuela se enseña lo contrario… ¡Dios mío!