El 7 de mayo de 2014 Diario Libre publicó un artículo titulado «Mirador Sur, un parque bajo presión«, donde se mostraron algunos de los problemas fundamentales del parque. La basura, las invasiones, el ruido y la arrabalización eran anotados punto por punto en todo el perímetro de esta zona verde.
El reportaje revelaba el mal uso y el abuso a que se somete este pulmón de la ciudad, Administrado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN).
Nueve meses después, el mismo recorrido busca saber si el ADN ha tomado medidas para subsanar los problemas básicos del parque: invasión de áreas verdes, construcciones ilegales, abandono, basura, ruido e inseguridad.
En aquella oportunidad, Jose Miguel Martínez Guridy, secretario de Gestión Ambiental y Riesgos del ADN, afirmaba que esta entidad posee diferentes equipos que realizan los trabajos de poda, recolección de residuos, corte de grama, chapeo de áreas críticas con macheteros, así como limpieza de los baños y producción de plantas en el vivero.
Ante la interrogante de cuánto invierte la alcaldía en este mantenimiento, el funcionario respondió sin especificar monto, a pesar de que Diario Libre insistió en el cuestionamiento.
Diario Libre publicó el 21 de diciembre de 2014 que la secretaria general del Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), Magdalena Díaz de Mazara, reveló que la comisión de esa institución que estudia el deterioro del Parque Mirador Sur daba los toques finales a la normativa por la que, en lo adelante, se regirían las actividades que se realicen en el área de esparcimiento. No se ha hecho público nada más.
Pequeños avances de los vecinos
Uno de los pocos avances tangibles es la reducción del ruido por parte de organizadores de actividades patrocinadas que utilizan sistemas de audio de gran potencia, lo que fue posible gracias a la denuncia de los vecinos del sector de Bella Vista ante la Procuradora de Medio Ambiente, Francia Calderón.
Se descubrió en esos días, tras un trabajo publicado en 7dias.com.do, que alguien no identificado del Ayuntamiento alquilaba el Parquecito Balaguer para fiestas electrónicas que generaban un ruido insoportable para los vecinos de la zona.
Las partes acordaron que el Ayuntamiento definirá las acciones para evitar que las actividades que se realizan en la Avenida de la Salud y que cuentan con el permiso del ADN, no representen molestias para el entorno. Los vecinos de todos los sectores circundantes siguen organizándose para defender el parque, el preferido por gran parte de la capital.
Menores rescatados
El año pasado se denunció que un grupo de adultos y dos menores vivían en el gazebo del parquecito Balaguer. Cocinaban haciendo fuego contra los árboles, ahuyentaban a los visitantes con sus perros y en ocasiones, se tronaban agresivos, tirando piedras a los usuarios del parque.
La Vicepresidencia de la República, a solicitud de unos vecinos, intervino para socorrer a estos menores en situación de desamparo. Por orden de la vicepresidente Margarita Cedeño, el Consejo Nacional de la Niñez (Conani) se interesó y rescató a los menores. Los adultos, algunos con problemas mentales, aún viven en el parque.
Este tramo del Mirador Sur, que en sus orígenes acogía a grupos, músicos y estudiantes, por las facilidades que ofrece para dar clases, hacer dinámicas etc., luce abandonado y descuidado. Estos grupos ya no lo frecuentan, pues los «inquilinos» del gazebo no lo facilitan.
1. De parque a parqueo
A pesar que esta imagen se tomó un sábado con suficiente parqueo sobre el asfalto, las personas ya tienen por costumbre estacionarse sobre el área verde, o lo que queda de ella.
2. Adiós a las estatuas
Las estatuas de metal robadas no han sido recuperadas o repuestas. Su espacio ahora lo ocupa la basura.
3. Fuentes secas
Algunas se han convertido en espacios para acumular materia orgánica muerta y criadero de mosquitos.
4. Invasiones
A pesar que algunos ocupantes se han marchado y abandonado las cuevas, muchos permanecen viviendo en cualquier rincón que sea posible. Incluso, usan la fuente del parque Joaquín Balaguer como tendedero de ropa y para guardar sus pertenencias.
5. Construcciones
Siguen viento en popa, incluso se aprovecha la oportunidad para poner negocios en ese lugar privilegiado.
6. Abandono
Nueve meses después del primer artículo de Diario Libre sobre el tema, se nota el aumento del deterioro de muchos puntos del parque.
7. Basura
Ya la basura es parte permanente del paisaje. En la primera imagen, un hoyo cerca del puente de la Nuñez de Cáceres, muy cerca de varios negocios, se ha convertido en un vertedero, y ni hablar de la avenida Cayetano Germosén, donde la basura está presente a todo lo largo.
8. Inseguridad
Es común ver a los agentes de seguridad hacer sus turnos en lugares específicos, lo que hace que varios puntos sean de cierto riesgo para los visitantes.
Por Marvin del Cid
Via http://www.diariolibre.com