El presidente Danilo Medina dispuso el dragado de la laguna Rincón o de Cabral, como más se le conoce a ese cuerpo de agua dulce. El propósito fundamental es devolver la capacidad recaudadora de almacenaje, amortiguar las inundaciones y suponemos que necesariamente restaurar el hábitat a las especies.
La laguna de Cabral tiene una importancia extraordinaria, no sólo para los habitantes de ese municipio, sino para otras comunidades que también se benefician de sus aguas, como La Lista, Cristóbal y El Peñón.
Sería interesante que el dragado fuese realizado considerando algunos criterios conservacionistas. En ese sentido, no estaría de más que el Ministerio de Medio Ambiente participe en la formulación e implementación de las labores que desarrollará el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).
Es bien sabido que la explotación a que está sometido ese acuífero ha provocado que peces como el roncador, el bosú, el sábalo, la viejaca tradicional, la anguila, la guabina, el dajao y otros hayan prácticamente desaparecido. Y cada vez sean más escasas la gallina de agua, el flamenco, los patos migratorios y otras aves.
Asimismo, la pesca no está sometida a ninguna regulación que permita a quienes viven de la misma obtener mejores resultados. El proyecto de cría de tilapias en jaulas que se ofrece es una buena idea, pero la regulación es clave y junto a la organización de los pescadores permitiría mejorar la calidad de lo producido.
Insistimos en la incorporación de Medio Ambiente, porque la laguna sigue siendo una oportunidad como destino para el turismo de conocimiento. El acceso a sus aguas con fines de observación está en malas condiciones. Los servicios a los visitantes son precarios por no decir inexistentes. Una reformulación de la presencia de Medio Ambiente en el lugar sería también una oportunidad para algunas personas.
En ese sentido, convendría que el presidente Medina reactivara la reconstrucción del camino que conecta a Cabral y El Peñón, que está totalmente abandonado. Es muy útil para esos vecinos y para quienes viajan desde Santo Domingo hacia Jimaní.
El dragado de la laguna debe ser concebido desde una perspectiva integral, que ayude a mejorar la vida de la gente en su entorno.
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