Los sacerdotes de la Diócesis de La Vega están convencidos “de que no basta rezar, y hacen falta otras cosas para conseguir que Loma Miranda sea declarada Parque Nacional”.
Por eso ayer y encabezados por su obispo, Antonio Camilo, realizaron una marcha caravana que partió desde esa provincia hacia el Congreso Nacional para pedir a los legisladores la aprobación del proyecto.
Monseñor Camilo fue recibido por el presidente del Senado Reinaldo Pared y una comisión de senadores y diputados, a quien le manifestó su preocupación por la dilación de la aprobación de ese proyecto, del que dijo cuenta con el apoyo del más del 90% de la población.
Como respuesta, recibió la promesa del presidente del Senado de que ese proyecto será reintroducido nueva vez el 16 de agosto y que los senadores honrarán su compromiso de aprobar el proyecto que declara Loma Miranda parque nacional.
Mientras se realizaba ese encuentro en el despacho de Pared; en la explanada del Congreso se producía un encuentro “entre el fusil y el evangelio”, ya que mientras los sacerdotes oraban y otras organizaciones como el Movimiento Rebelde, de Juan Hubieres, y Se Puede, de Rogelio Cruz, hacían proclamas; agentes policiales portando armas largas y gases lacrimógenos “los custodiaban”.
“Estamos asombrados y preocupados y no entendemos cómo ni por qué no se ha podido aprobar ese proyecto de ley, que ha sido consensuado con técnicos cualificados y aprobado por los senadores, conforme a la expectativa del pueblo”, dice el documento entregado por los sacerdotes a los congresistas.
La carta, que también está firmada por los padres Rovinson Mejía, de la pastoral Social-Carita, y José Domingo Meléndez, de la pastoral de Medio Ambiente, también está dirigida al presidente Danilo Medina, al Ministerio de Medio Ambiente, a las organizaciones de la sociedad civil y a la conciencia nacional.
Entienden que el proyecto aprobado por los senadores se ajusta a los requerimientos legales, sociales y constitucionales, razón por la cual lo apoyan en toda su parte.
“Estamos confiados de que a pesar de las diferencias y puntos de vista muy diversos, finalmente primará la razón y el buen juicio para que el proyecto sea aprobado”, concluyeron.
Por Ramón Pérez Reyes
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