El año pasado, en todo el mundo se produjo casi 49 millones de toneladas métricas de basura electrónica, equivalente a 7 kilogramos por cada habitante del planeta, y para 2017, la cifra aumentará un 33 %, según un estudio dado a conocer ayer por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU).
El estudio de la Iniciativa StEP, una alianza de organizaciones de la ONU, empresas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, incluye el primer mapa global de basura electrónica, y que muestra la cantidad de desperdicios electrónicos que genera cada país.
Los datos señalan que en 2010, Estados Unidos generó 258,2 millones de unidades usadas de ordenadores, televisiones y teléfonos móviles, y muchos de ellos fueron a parar a Latinoamérica. El estudio indica que dos tercios de las unidades utilizadas fueron recogidas para ser reutilizadas y recicladas y que el 8,5% de los aparatos fueron exportados como unidades enteras.
Según los datos recopilados, para 2017, el volumen anual de basura electrónica será de 65,4 millones de toneladas, un peso equivalente a 200 edificios como el Empire State de Nueva York o 11 construcciones como la Gran Pirámide de Giza.
StEP también señaló que en 2012, China y Estados Unidos se situaron a la cabeza de los países que más equipos electrónicos y eléctricos (EEE) fabrican, además de los que generaron más basura electrónica.
China generó 11,1 millones de toneladas de EEE, mientras que Estados Unidos le siguió con 10 millones de toneladas.
Pero las posiciones se trastocaron en cuanto a basura electrónica: Estados Unidos ocupó el primer lugar, con 9,4 millones de toneladas, mientras que China fue el segundo con 7,3 millones de toneladas. Cuando se analiza la producción en términos per cápita, Estados Unidos generó 29,8 kilos de basura electrónica por persona, seis veces más que China.
En Latinoamérica, Brasil y México fueron los países que generaron más basura electrónica.
Brasil puso en el mercado en 2012 dos millones de toneladas de EEE y generó 1,4 millones de toneladas de basura electrónica, 7 kilos por habitante.
Mientras México puso en el mercado 1,5 millones de toneladas de equipos eléctricos y electrónicos y generó 1 millón de toneladas de basura electrónica, el equivalente a 9 kilos por habitante.
En Europa, España puso en el mercado 1,1 millones toneladas métricas de EEE y generó 832 toneladas de basura electrónica, 18 kilos por habitante.
Ruediger Kuehr, secretario ejecutivo de la Iniciativa StEP y miembro de la Universidad de las Naciones Unidas, dijo a Efe que el problema de la generación de basura electrónica está aumentando en todo el mundo.
Un mapa
Kuehr añadió que el mapa presentado ayer por UNU y StEP ayudará a entender mejor el problema.
«Aunque hay mucha información sobre los impactos negativos al medio ambiente y la salud de los primitivos métodos de reciclado de basura electrónica, la falta de datos globales ha hecho difícil entender la magnitud real del problema».
«Con esta base de datos que muestra el volumen de basura electrónica por país junto con las leyes en cada jurisdicción, ayudará a políticas más efectivas», añadió Kuehr.
Además del mapa, StEP dio a conocer ayer un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y el Centro Nacional de Reciclado de Electrónica de Estados Unidos que detalla la generación, recolección y exportación de algunos tipos de equipos electrónicos de segunda mano. Los celulares son el objeto más común en la basura electrónica en Estados Unidos. EFE