Pinocho y las amenazas al Medio Ambiente Dominicano.

«La discusión sobre la explotación los Recursos Naturales de nuestro país deberían basarse en debates sustentados en la lógica, la verdad y la precaución legal»

A fines del siglo XVIII y gracias a la pluma de Carlo Collodi, aparece por primera vez la figura de Pinocho: una mítica Marioneta cuyo designio, entre otras cosas, implicaba que la nariz le creciera si decía alguna mentira. Resulta curioso que varios siglos después nos encontremos con personajes de la más alta responsabilidad en la República que, en su afán por desafiar al Hada Azul, les de por mentir sin temor alguno de que su nariz le tome la alargada forma de una vara. Han mentido -mienten- con o sin la deliberada intención, cada vez que tratan de disfrazar una aberración con el traje de «obras de desarrollo».

Alguien mintió sin rubor cuando sedujo «de misteriosa forma» al Congreso Nacional para la aprobación (sin lectura previa?) del dispar contrato que le hace entrega de lo que queda de nuestro Oro a la tristemente célebre Barrick Gold…Cuyo Proyecto en Pueblo Viejo es en si mismo un gran amasijo de mentiras y fabulaciones. Lo cual confirman día tras día con millonarias inversiones propagandísticas en lo más granado de nuestra prensa televisiva, radial, escrita y electrónica. (Quien los lee,ve o escucha, hasta pensaría en nombrarlos «benefactores de la patria nueva».) La buena noticia es que -cada cual con sus razones muy propias- la mayoría de tomadores de decisión hoy están de acuerdo con modificar ese mamotreto hecho con el tamiz del embudo.

Varios le hacen el desdén a Geppetto, cuando quieren colarle a este pueblo, por las rendijas más inverosímiles de la realidad, que la explotación de Loma Miranda será un proyecto de impacto nulo (o casi nulo) al Medio Ambiente de la zona… es más, jurarían por Dios que hasta mejorarán las condiciones después de saquearla…perdón, de transformarla. Sin pena ninguna, algunos «entes reguladores» defienden más a la Strata Nickel que los que ellos mismos hacen, en veces pienso que ellos creen que ya nadie mira a la Peguera o La Ortega, lugares donde sus desmanes han llegado al descaro más desgarrador e irreparable. y como parece que el mítico Guacanagaríx no está «muerto y enterrado», pues su complejo se arrastra hasta nuestros días llevándonos a buscar «el consejo foráneo» para saber si esto destruirá lo que es nuestro o talvéz y apenas si lo dejará malogrado. (Cuidado!: Si se duermen en su regazo, los grandes hornos de la Falcondo puedes quemarle los pies a las marionetas de madera).

En estos días, el efecto Pinocho se hace colectivo y vemos como multitudes de Funcionarios, Legisladores, Empresarios, Obispos y otros ciudadanos no menos importantes, han estado proclamado las bendiciones que traerá a la nación la construcción de una Carretera San Juan-Santiago, da la impresión que algunos de ellos son fans de Google Earth (por aquello de que parecen haber tomado una regla «virtual» y haber hecho un trazo de carretera que les dá, digamos, 70 Kms. de recorrido!!), esto sin resaltar su afirmación de que «con las técnicas modernas de construcción el daño ambiental será mínimo y apenas atravesarán dos ríos por los trazos de la vía. Válgame DIOS! si mentir fuera un deporte, este grupo estaría en lo más alto del medallero de las Olimpiadas. Alguién debería regalarles un ejemplar de las maquetas orográficas que hizo en su momento la Sec. de Medio Ambiente de los Parques Nacionales Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, quizás de este modo «aclaran sus ideas» y afinan sus propuestas.

Pero como no todo es negativo, por fortuna puedo alegar que alguien ha hecho uso de la mejor cuota de cordura que pueda hallarse por estos tiempos, desestimando oportunamente la aberrante, indecente y para nada cierta historia orquestada sabrá Dios por cual «mente maestra» y por cuya causa algunos se llevan el Oscar con la mejor emulación de Pinocho que pueda documentarse por estos lares. Ellos propusieron transarse con unos terrenos que ya tienen dueño (el Estado) para entregarles un porcentaje a unos ladrones (que ya son reincidentes) y que intentan robarse reiteradamente casi todo Pedernales, pero que -como si nada- serían premiados cual si sus acciones fueran «Orgullo Nacional».

Lo que merece el Lauro de todo esto, es que parece que finalmente PepeGrillo fue escuchado y la conciencia de algunos dolientes se sobrepuso a la pestilencia de una acción que definitivamente hundiría en la inmoralidad y el descaro más irremediable toda la institucionalidad y el sistema de justicia de nuestra maltrecha democracia. Por tanto, apesar de los pinochos, los zorros y los gatos que intentaron desviar su camino, tal parece que finalmente el ciudadano presidente de este país ha hecho lo correcto, si el Hada Azul ha de premiarlo, yo me conformaría con que le otorgue el DON de que permanezca con el mismo tino a la hora de decidir sobre las tantas Fabulas e Historietas que amenazan nuestro Medio Ambiente y la existencia misma de la sociedad.