La Unión Europea (UE) irá a la próxima reunión sobre clima de Doha sin una postura común cerrada, después de que los ministros de Medio Ambiente del bloque no lograsen hoy un acuerdo sobre qué hacer con los derechos de emisión sobrantes del primer periodo del protocolo de Kioto.
Los representantes de los Veintisiete, reunidos durante horas en Luxemburgo, no fueron capaces de superar su división en este punto y acordaron tratar de cerrar un acuerdo ya en el marco de la propia convención internacional sobre el cambio climático, que se celebrará del 26 de noviembre al 7 de diciembre en Doha (Catar).
Allí, la comunidad internacional buscará progresar hacia la firma de un segundo protocolo de Kioto, el acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
«No hemos podido avanzar más allá», reconoció al término del Consejo de Ministros de hoy el titular chipriota, Sofoclis Aletraris, cuyo país preside este semestre la UE.
Según Aletraris, el bloque tratará de buscar un pacto ya en Doha, a pesar de que la reunión de hoy se consideraba la última oportunidad.
La cuestión de qué hacer con los derechos de emisión sobrantes del primer periodo de Kioto divide a los Estados miembros, con un grupo liderado por Polonia y en el que figuran otros países del Este que pretenden poder guardar esos títulos para el próximo periodo, y otros que consideran que estos deben caducar.
Entre los segundos figura España, tal y como señaló hoy en Luxemburgo el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.
«Nosotros creemos que no debieran trasladarse al próximo periodo, que se establecieron para este periodo, que tenían una lógica en el mismo y que, por lo tanto, no debiéramos computarlas en periodos sucesivos», indicó Arias Cañete sobre el problema de los permisos de emisión.
Sin embargo, Polonia -cuya economía tiene una gran dependencia del carbón- bloqueó hoy todos los intentos de compromiso del resto de países, según fuentes comunitarias.
Fuera de ese punto controvertido, los Veintisiete están de acuerdo en que «Kioto II» debe comenzar a funcionar a principios de 2013 y tener una vigencia de ocho años, hasta 2020.
El objetivo de prolongar el Protocolo de Kioto a partir de 2013 es crear un puente hasta la entrada en vigor del perseguido acuerdo global sobre el cambio climático de carácter vinculante para todos los países.