En los últimos años el consumo de los nuevos aparatos tecnológicos ha sufrido un aumento exponencial y la vida de estos se ha acortado notoriamente. Como resultado encontramos un aumento de residuos electrónicos en muchas ocasiones innecesarios. No se tiran electrodomésticos por estar estropeados sino por encontrarse desfasados ante las funciones de los nuevos aparatos: ebooks y tablets, móviles y smartphones, walkman y mp3, ordenadores personales y portátiles, y así una larga lista.
La tecnología ha creado una dependencia hacia el consumo de nuevos aparatos que nos permitan aunar funciones, mejorar nuestra experiencia como usuarios y autoafirmar nuestro estatus social. Ejemplo de esta teoría es el iPad. Como consecuencia encontramos muchos aparatos electrónicos arrojados a la basura junto a otros desperdicios que contaminarán el medio ambiente. Para evitar deshacernos indebidamente de aquellos aparatos que ya no son útiles y minimizar su impacto negativo en el entorno considera estos simples consejos:
- Alarga la vida de tus electrodomésticos. Es importante cuidar y seguir las recomendaciones de los fabricantes para alargar la vida del producto. No cambies un equipo por otro si realmente no es una necesidad: jubilar tu celular o portátil solo porque ha salido un nuevo modelo no es una razón de peso. Cambia la tecnología cuando realmente lo necesites. Está en nuestras manos no aumentar los deshechos electrónicos, por lo que reducir la frecuencia de la compra no solo ayudará a cuidar el medio ambiente, cuidará también tu bolsillo.
- Atención con los recambios y bienes que se desgastan. Muchos aparatos están formados por partes desgastables o que se deben cambiar cada cierto tiempo, como cartuchos de tinta, baterías, pilas… En estos casos es fundamental no arrojarlas a la basura indiferenciada. Debes buscar los puntos específicos para deshacerte de ellos. Son materiales altamente contaminantes y sus efectos se prolongan hasta años después de tirarlos.
- Apaga los aparatos electrónicos cuando no los uses. Ser responsables del uso de la energía es muy importante al mismo tiempo. Evitar dejar aparatos electrónicos conectados mientras no los usamos o enchufados a la corriente pese a no estar encendidos, no solo hará aumentar la factura de la luz, también hará que las centrales eléctricas trabajen más y como consecuencia, en la mayoría de los casos, contamine el ambiente. La gran mayoría de las centrales funcionan por combustión de fósiles, evitar CO2 y otros compuestos nocivos para el medio ambiente es tarea de todos.
- Acude al mercado del usado y visita los clasificados online. Si quieres deshacerte de algunos aparatos electrónicos que aún funcionan pero no son útiles en tu día a día, acude páginas de clasificados donde podrás tanto vender autos usados como aparatos electrónicos. También podrás encontrar aquellos productos electrónicos que necesitas a un costo menor.
- Por último, si el aparato ya no funciona o está demasiado deteriorado como para arreglarlo opta por deshacerte según los servicios disponibles en tu región. En muchos casos existen recogidas especiales a domicilio para evitar que estos acaben en vertederos y contaminen nuestro entorno.
Una colaboración de: Liliana Costa, Redactora de corotos.com.do
La Sostenibilidad Ambiental, mas que un estadio final de las cosas es más bien un proceso de pequeñas pero continuas mejoras de desempeño de todos y cada uno de los procesos de nuestra vidas.
En ese sentido, todos y no solamente los consumidores finales de los productos, somos igualmente corresponsables de que nuestras sociedades se aboquen al este nuevo paradigma de desarrollo y crecimiento, basado en la sostenibilidad (ambiental por defecto) de nuestras sociedades.
Evitar la obsolescencia temprana de los productos que consumimos y con ello los ciclos de vida excesivamente cortos, no puede dejarse o estar fundamentados en la responsabilidad exclusiva de los consumidores finales de los productos.
Los productos finales de cualquier tipo de industria deben llevar consigo el costo de su disposición final responsable, sea mediante el retorno de los desechos por vías predeterminadas y establecidas o mediante regulaciones que incluyan incentivos concretos que contribuyan a que los flujos de desecho se hagan por los canales correctos.
En el contexto dominicano la sostenibilidad ambiental no podrá ser lograda mientras sigamos dependiendo casi exclusivamente de fuentes de energía que nos son foráneas y no renovables. Esto podemos verlo desde el punto de vista de la eficiencia de los productos que consumimos o utilizamos, como también por las vías adecuadas de deposición final o extensión del ciclo de vida de los productos que logremos.
La reforma fiscal a que nos abocamos pudiera también contribuir de una manera decidida a que caminemos en el sentido correcto o nos desviemos en sentido diametralmente opuesto al adecuado. A modo de ejemplo mencionaremos dos de las medidas del proyecto de reforma fiscal que se han mencionado y que contribuirían, en sentidos opuestos, al camino correcto:
Primero, la eliminación o reducción de los incentivos fiscales contemplados en la Ley de Incentivo a las Energías Renovables seria un marcado retroceso. Lejos de la eliminación de los incentivos deberíamos de abocarnos a buscar maneras correctas y novedosas de hacer más popular la mencionada ley.
Segundo, el aumento del impuesto de circulación de los vehículos, de acuerdo con el costo y el rendimiento de los mismos constituye un impuesto directo que va en la dirección correcta.
La Política Nacional de Producción y Consumo Sostenibles de la Republica Dominicana más el Reglamento Nacional de Acuerdos de Producción Sostenibles constituyen dos instrumentos oficiales idóneos para que como sociedad los empleemos, saquemos provecho y nos encaminemos por el camino correcto como sociedad, no como iniciativa de un sector determinado de la misma.