P. Profesor, si el problema de la crecida del Lago Enriquillo se resuelve desviando el Río Yaque del Sur por el aliviadero de Canoa ¿por qué se le da tantas vueltas al asunto y no se inicia esta obra tan importante?
R. Si las cosas fuesen así de simples, usted podría estar seguro que el problema ya se hubiese resuelto. El INDRHI, que es la instancia estatal competente y que posee la plantilla técnica con la experiencia de campo requerida para afrontar problemas de esta naturaleza, no ha procedido a canalizar el Río Yaque del Sur por el aliviadero de Canoa, porque el error postrero podría ser peor que el primero.
Con la naturaleza no se inventa. No es inteligente desafiar los fenómenos naturales. Nadie puede pensar que va a gobernar las fuerzas naturales solamente con obras de ingeniería civil. La única forma de conquistar y poner la naturaleza de nuestro lado, es obedeciéndole, interpretando y adaptándonos a sus procesos.
A mí me consta, porque he estado involucrado directamente con este conflicto socio – natural, que muchos de los moradores de Peñón, Fundación, Palo Alto, Jaquimeyes, Bombita, Uvilla…, que sufren los impactos directos de las avenidas del Yaque del Sur, creen que sí, que todo quedaría resuelto si se canalizara este río por el aliviadero de Canoa; pero sucede que la ignorancia es atrevida, porque desconoce que una solución aparente, podría crear una desgracia mayor.
El aliviadero de Canoa es precisamente eso, un aliviadero ante las grandes avenidas del Yaque; pero si se canaliza o se profundiza y se ensancha, al tener una pendiente prácticamente nula (entre Canoa y el Mar); podría darse el caso y es lo más probable que ocurra, que el mar entre a tierra firme y salinice todos los suelos agrícolas altamente productivos del Valle de Neiba, en lugar del río ir a desaguar directamente al mar.
Y aunque el experimento funcionara, siempre se correría el riesgo, a largo plazo, de que la cuña de sal remontase varios kilómetros y ocurra lo mismo con la salinización de los suelos, arruinando la agricultura, que es la mayor fuente de riquezas que poseen en común todos estos pueblos.
Aunque muchos se resisten a creerlo, los cambios del clima son tan reales como el Sol que nos alumbra cada día. Los aportes del Yaque al crecimiento del Lago constituyen una tercera parte del problema global.