Venir de Francia para subir al Pico Duarte, explorar cuevas, conocer saltos, cruzar a Isla Cabritos y ver otras reservas naturales parece algo extraño para la generalidad de los turistas acostumbrados a venir a República Dominicana a disfrutar de nuestras reconocidas y hermosas playas. Les cuento el caso de una familia parisina que hizo miles de kilómetros para conocer otras atracciones de nuestra belleza dominicana.
Todo comenzó en el Sur, teniendo a Isla Cabritos como atracción principal. Pasamos una noche en Barahona para partir temprano al Lago Enriquillo y pasar sin mucha prisa por todos esos pueblitos sureños. Ver el movimiento del mercado domínico-haitiano con Jimaní y la delicia de El Cercado y su balneario natural frente al parque central. Pena que la música en estos balnearios es tan alta que no deja disfrutar a plenitud toda la belleza.
En el Cibao el progreso impide que en un largo recorrido cruces por el centro de los diferentes campos y pueblos, gracias a una moderna autopista, pero en el Sur tienes la oportunidad de ver todas las glorietas de cada parque y si quieres te detienes como lo hicimos al regreso por el otro lado. En Neyba nos detuvimos a comprar para nuestros amigos franceses el experimental vino de nuestros viñedos dominicanos y en Cabral nos paramos para mostrarles el carnaval de cierre de Semana Santa.
Ver nuestro Larimar a muy buen precio en un taller próximo a la mina y conocer el fenómeno de Polo fueron algunas de las atracciones del viaje por el Sur con este pequeño grupo de franceses con los que tuvimos que hacer de anfitriones, de guías y traductores y con los que fue preciso hablar en varios idiomas para poder entendernos mejor.
Más que turismo ecoturismo
Obviar un buen baño en las playas y ríos de Barahona sería un desperdicio, igual estar en Las Terreras, Samaná, Sánchez y las Galeras sin aprovechar sus balnearios. Estas aguas fueron muy aprovechadas por esta familia europea en su visita de 10 días por el país. Pienso que aprovecharon el tiempo al máximo. Subieron a pie al Pico Duarte y se maravillaron de la riqueza y diversidad de nuestra flora y nuestra fauna.
Luego de su expedición por el pico más alto, le esperamos en Jarabacoa y nos sorprendió que estuvieran listos para conocer las bellezas de este pueblo cibaeño y de otros puntos interesantes del país.
El Parque Nacional Los Haitises, la Cueva de Comedero en Cotuí, el Salto Baiguate y otros atractivos fueron visitados por estos turistas que reconocen toda la belleza que tienen nuestras playas, pero que también reconocen que República Dominicana tiene muchos otros paisajes y recursos naturales que merecen ser visitados por dominicanos y extranjeros. Ojalá que nuestras reservas naturales sean tan aprovechadas como las playas y así tendremos un turismo más diversificado.
Por: Mary Leisy Hernandez
El Nacional