Para una hormiga un aumento de medio grado en la temperatura es fatal. A diferencia nuestra, estos seres son mucho más sensibles ante las pequeñas oscilaciones del clima. Si bien no hay registros de que estos trabajadores insectos se estén extinguiendo, si hay importantes cambios en su comportamiento recolector que podrían causar, a corto plazo, una verdadera crisis en el ecosistema.
Según investigadores de Estados Unidos, las hormigas son cruciales para la supervivencia de muchas plantas, que dependen de ellas para la dispersión de sus semillas. Pero esta función vital podría estar amenazada por el cambio climático.
Nate Sanders, profesor de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Tennessee, y sus colegas recibieron fondos de la Fundación Nacional de Ciencia estadounidense para estudiar los efectos colaterales que el cambio climático puede tener en las comunidades de hormigas y las funciones que éstas proveen al ecosistema mundial. Los primeros experimentos de los norteamericanos demostraron que las hormigas cambiaban radicalmente su comportamiento ante un aumento de medio grado centígrado en la temperatura.
Otras investigadoras, Katie Stuble y Shannon Pelini observaron otros cambios en las actividades de distintas colonias de hormigas, ubicadas en distintas cámaras con temperaturas modificadas por Sanders. Con la temperatura más alta las criaturas sencillamente dejaban de ir a alimentarse como lo hacen diariamente, bajando sustancialmente su trabajo de 10 horas a una hora.
Se estima, por ejemplo, que más de la mitad de las plantas en la parte baja del bosque en el Parque Nacional Great Smoky Mountains, en el límite entre Tennessee y Carolina del Norte, dependen de las hormigas para dispersar sus semillas. Este fenómeno se repite en todo el planeta, menos en Islandia y en la Antártida, lugares sin colonias de estos insectos.
Muchos experimentos hacen predicciones sobre cómo responderá la biodiversidad ante los cambios climáticos ¿Responderá adaptándose, desplazándose o extinguiéndose?
Vía: VeoVerde