El geólogo Osiris de León dijo que es inconcebible e inaceptable que se quiera autorizar la instalación de una planta de cemento en la zona de amortiguamiento de Los Haitises, ya que ese parque nacional, y todo su entorno, debe ser respetado, pero especialmente por quienes han recibido el encargo oficial de ser los guardianes del patrimonio ambiental dominicano.
Dijo que los ambientalistas dominicanos se sienten avergonzados de la forma en que fue pisoteado e ignorado el informe oficial elaborado por la Sub Secretaría de Áreas Protegidas, donde se consigna claramente que el proyecto de construcción de la cementera “no es viable en término ambiental, y en consecuencia se sugiere que sea desestimado, o que en su defecto sea movido a aquellos espacios que se alejen y dejen fuera la estructura de mayor perímetro de los mogotes que caracterizan la región de Los Haitises, así como también del territorio protegido”.
Osiris entiende que es increíble que para dejar sin efecto el informe oficial que desestima la instalación de una cementera privada en tierras propiedad del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), localizadas en las cercanías del parque nacional de Los Haitises, se haya solicitado otro informe a la Sub Secretaría de Asuntos Costeros y Marinos, cuando esa planta de cemento nada tiene que ver con ninguna zona costera ni marina, pero si tiene mucho que ver con los daños ambientales que ha de provocar a toda la zona suroeste de Los Haitises y a las comunidades vecinas, y que en un área protegida tiene que primar el criterio de la Sub Secretaría de Areas Protegidas.
El académico y ambientalista dijo que conforme a los estudios realizados dentro del Plan Nacional de Investigación, Aprovechamiento y Control de Aguas Subterráneas, la región de Los Haitises recibe una recarga anual de 1,000 millones de metros cúbicos de agua, recarga que se acumula en el subsuelo, en forma de reserva de agua dulce subterránea, y que esa reserva representa la garantía de abastecimiento futuro de agua potable para Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Monte Plata, Bayaguana, Hato Mayor, Boca Chica y muchas otras comunidades de la región norte de Santo Domingo, y que intentar dañar el ambiente en esa zona es poner en peligro el futuro abastecimiento de agua potable para casi 4 millones de personas.
De León se lamenta que las autoridades ambientales minimicen el daño ambiental que provocaría una planta de cemento en Los Haitises, del mismo modo que en el pasado las autoridades oficiales minimizaron el daño ambiental que provocaba el lanzamiento de aguas contaminadas a los ríos Ozama, Isabela, Haina, Higuamo, Yaque del Norte, Camú, Yuna y otros, no obstante las múltiples advertencias públicas que se hacían, y que ahora todo el mundo se lamenta de no haber detenido a tiempo esa barbaridad ambiental y social, al extremo que el presupuesto nacional es insuficiente para el saneamiento ambiental de cualquiera de esos grandes ríos salvajemente contaminados.
Dijo que por cada 1,000 toneladas de piedra caliza que sean sometidas al proceso de clinkerización, se producirán 400 toneladas de dióxido de carbono (CO2) que impactarán todo el aire circundante a Los Haitises, afectando el regimen pluviométrico de Monte Plata, Bayaguana, Sabana Grande de Boyá, Cotuí, Maimón, Villa Altagracia, Piedra Blanca y Bonao, fruto de que el aire caliente es más ligero que el aire frío, lo cual le hace subir a mayor altura y se altera el patrón de lluvias, y que aunque muchos entiendan que estas advertencias ambientales constituyen tremendismos, el ser humano de hoy ha podido comprobar que las advertencias ambientales que se hacían ayer eran y siguen siendo totalmente válidas, aunque desafortunadamente muchos desconocedores del comportamiento ambiental tienen que esperar a ver la magnitud el daño ambiental para entonces creerlo y aceptarlo.
Osiris sugiere que esa planta sea reubicada en cualquier otro lugar que esté alejado de cualquier parque nacional, porque la tercera parte del país es piedra caliza apta para la producción de cemento, ya que es ridículo que una persona juramentada recientemente como protector ambiental sea uno de los principales accionistas de una planta que ha de propiciar un grave perjuicio ambiental.
Dijo que es ridículo que el Secretario de Medio Ambiente alegue que la oposición a esta cementera sea propiciada por las plantas cementeras instaladas en el país, o por quienes defienden a las granceras, lo que demuestra la carencia de argumentos científicos que validen y justifiquen la instalación de esa planta de cemento en Los Haitises, y que los únicos que siempre han defendido la depredación provocada por las granceras han sido las autoridades oficiales, mientras los ambientalistas siempre hemos pedido que las granceras salgan de los cauces de los ríos y reparen los daños ambientales provocados durante años, tal y como mandan los artículos 124 y 125 de la Ley Ambiental 64-00.
Por: Redacción DH
Dominicanohoy.com