Cómo identificar a las aves en un «blink»

Por: Simón Gerrero

Para disfrutar el pasatiempo de observar aves es imprescindible, por supuesto, poder identificarlas. Como se trata de instrucciones para principiantes, y es un hecho que la mayoría de los dominicanos vive en las ciudades, me referiré casi exclusivamente a las aves que viven en las áreas urbanas. Además, los habitantes del campo, por razones obvias, no necesitan estas instrucciones.

Para identificar a un ave hay que tomar en cuenta varios rasgos. El patrón de color es muy importante. También el tamaño y la forma del cuerpo. La forma de volar también puede darnos una pista. ¿Vuela dibujando «hamacas» en el aire como el carpintero (haciendo «ondas con su volar») o vuela recto y rápido como una tórtola? ¿Se detiene en el aire, sube, baja y recula como un zumbador? ¿Planea como un buitre o una tijereta?

El tamaño es un rasgo crucial. Como es difícil medir un ave que se mueve, debemos compararla con un ave conocida: ¿Es más grande que una paloma? ¿Es del tamaño de una garza o de un ruiseñor? Otro rasgo distintivo es la forma del cuerpo: ¿Su cuerpo es redondeado como el de una codorniz o alargado como un pájaro bobo? También la forma de las alas (algo difícil de notar si el ave no está volando) puede orientarnos. La forma del pico, que varía en las aves según su uso, puede ser la clave cuando vemos una especie por primera vez. Un pico cónico y fuerte, por ejemplo, es un indicio inequívoco de aves que comen semillas, lo que nos permite concentrar la búsqueda en esa familia de aves, que no es muy numerosa en nuestro país. ¿Es pequeño y fino como el de algunas cigüitas o curvo como el de las aves de rapiña? La forma de la cola ¿Es rectangular como la de la cotorra, o puntiaguda como la del perico o del rolón? En las zonas boscosas, donde no siempre podemos ver a las aves, reconocer el canto es muy importante. Muchas especies tienen cantos muy parecidos. Sin embargo, el canto de algunas es tan peculiar (el carpintero, el pájaro bobo), que con una vez que lo escuchemos se nos graba para siempre.

Otra característica importante para identificar un ave es el lugar donde la vemos. Si está en el suelo, debemos fijarnos si camina o da saltitos. De las aves residentes que vemos en la ciudad, las que caminan (exceptuando al ruiseñor) son casi siempre de la familia de las palomas (tórtolas, rolitas, rolones) mientras las que dan saltitos son casi siempre «pájaros cantores» (la mayoría de las veces gorriones).

El sexto es el comportamiento del ave, el cual es, muchas veces, el rasgo decisivo en la identificación. El ave que vemos, ¿se mueve entre las ramas como un pájaro bobo? ¿Trepa por los troncos como un carpintero? ¿Sólo puede sostenerse de superficies verticales como los vencejos? ¿Nada o chapotea en el agua?

Es posible que los lectores piensen, luego de leer los párrafos precedentes, que identificar aves es algo endiabladamente difícil. En la práctica, como señala Gladwell en su libro «Blink» (que recomiendo con entusiasmo), uno aprende a identificarlas en un parpadeo (Blink), sin tener que recurrir a todas las características. Si veo una bandada de pájaros verdes y ruidosos, o son cotorras o son pericos. Por un solo rasgo (el canto, el vuelo o la cola), puedo saber de cuál de los dos se trata.

Vía: Diario Libre